Frente para la Victoria: progresismo en caída libre






Jorge Taiana y Fernando "Chino" Navarro (ambos del Movimiento Evita) fueron los últimos candidatos en bajarse de la interna del FpV para despejar el camino hacia las PASO, tanto en la carrera presidencial como en la disputa por la gobernación de la provincia de Buenos Aires.

Anteriormente se habían bajado Patricio Mussi (intendente de Berazategui) que perfilaba como más cristinista que Cristina y amigo de La Cámpora, Agustín Rossi y Sergio Uribarri, otros en quienes el "progresismo" había depositado esperanzas. En la carrera por la provincia también se bajó Diego Bossio. 

De esta manera, en la interna del FpV por la presidencia quedaron solo Florencio Randazzo y Daniel Scioli. Y en la pelea por la gobernación de la provincia de Buenos Aires (si no olvidamos a nadie) quedan el autodenominado "duhaldista portador sano", Anibal Fernández, que ayer fue hasta el centro de la redacción de La Nación para una entrevista con el diablo (Joaquín Morales Solá); Julián Dominguez, un íntimo de la patota de SMATA, además de un gran amigo del campo (sobre todo de los dueños) y uno de los delegados de la "Puerta de Hierro" de nuestros días (el Vaticano); Fernando Espinoza, un mazorquero de ley; y finalmente "la experiencia Insaurralde", como lo llamaron los filósofos de "El Ojo Mocho". También creo que se mantiene carancheando, como de costumbre, Sergio Berni. 

Los oyentes de Radio Pública lamentaban la caída de sus eventuales candidatos, ya que Randazzo tampoco genera pasiones (y con justas razones) en el espectro del progresismo. Es un sciolismo con rostro un poco más humano para ese universo, pero sciolismo al fin. 

Pero además, es algo así como un mal menor frente a Scioli, pero un mal menor sin posibilidades de ganarle al mal mayor (esa debería ser la función genérica de todo mal menor).

Juan Manuel Urtubey en Salta, Omar Perotti en Santa Fe, Adolfo Bermejo en Mendoza. Eduardo Acastello (y su acompañante "Del Sel" Buenaventura) en Córdoba, alguna variante de duhaldismo para "la provincia", Scioli en la país y Francisco en el mundo, es una verdadera "continuidad con cambios". 

Podrían haber sostenido a Taiana, para contener unos puntitos de votos por izquierda, 4 o 5% (o 3%), para descargar la culpa de las "almas bellas". Pero no, la sciolización dijo: "vamos por todo".

De esta manera, el voto a Randazzo puede ser muy "poco útil", por la simple razón de que no gana (una modificación sería un muy difícil apoyo explícito de Cristina lo que implicaría dividir el voto peronista y dejar bajo a los dos en la tabla de posiciones hacia octubre). Hasta ahora se conoce la posible medida de desligarlo de todo lo referente al proceso electoral, un gesto demasiado implícito, casi imperceptible. 

Por todas estas razones, en las PASO, el oficialismo no deja muchas opciones para una franja de sus votantes que la de inclinarse hacia el Frente de Izquierda, que sigue debatiendo cual será el camino hacia las primarias.

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