Petróleo y política: una soberana entrega


Fernando Rosso
frossocba@gmail.com

“No queremos atacarlo porque no queremos hacerle el juego a los gorilas. No queremos defenderlo porque no lo merece en lo más mínimo. Ante el gran fraude nacional que ha perpetrado, preferimos callar.”
Eso declaraba un artículo de la revista Presencia frente la “traición Frondizi”. Así se conoció el brusco viraje que llevó adelante su gobierno en materia de política petrolera en julio de 1958. 
En 1954 Frondizi había escrito “Petróleo y política”, un libro considerado una “profesión de fe antiimperialista”, donde pugnaba por la defensa de la producción nacional y contra la entrega a las multinacionales. Cuatro años más tarde lanza la llamada “batalla por el petróleo y por el autoabastecimiento” y firma 13 contratos con la Banca Loeb (representada por Henry Holland), Pan American Oil (subsidiaria de la Standard Oil), Tennessee, Esso, Shell y otras. 
León Rozitchner repudiaba desde las páginas de la revista Contorno, el grito mudo del articulista de Presencia, porque el silencio ocultaba una realidad de la que todos esperan ganar, con el solo hecho de no aclararla. En 1962, David Viñas, otro de los animadores de Contorno, convertía la catarsis en una novela que llevaba como título una exigencia: Dar la cara. Recordemos que los contornistas habían depositado esperanzas en el gobierno de Frondizi.

Hasta la última gota

El gobierno de Cristina Fernández acordó una indemnización a la española REPSOL por las acciones que la empresa tenía en YPF y fueron expropiadas en 2012. 
“Que no vengan a decir que estamos sacando algo que era suyo, cuando han exprimido hasta la última gota”, afirmaba belicoso en el Senado de la nación, el ahora ministro de Economía, Axel Kicillof.
El monto a indemnizar por las acciones “expropiadas” es de 5 mil millones de dólares y se realizará a través de tres bonos con diferentes vencimientos de acá al 2033. Pero además, si al momento de la operación para el cobro en efectivo, los bonos se desvalorizaron por debajo de ese monto, el gobierno puede (y debe) poner a disposición otros mil millones de dólares en bonos. Los españoles deben cobrar como sea y en metálico, el valor acordado. Si REPSOL se quedara con los bonos hasta el final de la los vencimientos, sumando los intereses, terminará cobrando alrededor de los 10 mil millones de dólares. Así se convirtieron en los “expropiados” más beneficiados de la historia. Impusieron garantías contra la desvalorización del nuevo endeudamiento, el estado argentino defenderá el valor de los bonos en manos de REPSOL frente a las inclemencias del mercado financiero y tienen la oportunidad de acercarse a lo reclamado, sumando los intereses. La frutilla del postre: REPSOL mantiene el 12% de las acciones de YPF.
Una “expropiación” que un año y medio después se parece mucho a una compra a precio de mercado. Y una hipoteca por 20 años del estado nacional ante los que habían exprimido “hasta la última gota”.
"Esto acaba con un tiempo de desencuentros", dijo tiernamente Antonio Brufau, el CEO de la compañía, confirmando que hizo el negocio del siglo.

Carnaval

“El convenio Chevron YPF va a permitir un carnaval y un boom de actividad petrolera”, afirmaba también Kicillof un año después de la “patriada”, al momento de firmarse el acuerdo con la multinacional norteamericana para la explotación de los yacimientos de petróleo y gas no convencional de Vaca Muerta.
Chevron impuso varias condiciones: aumentar el precio del gas en boca de pozo (que se triplicó) e YPF lidera el ranking de los aumentos "no cuidados", destrabó el embargo por los daños ambientales ocasionados por la empresa en el Amazonas ecuatoriano, valuados en 19 mil millones de dólares; las empresas pueden exportar el 20% sin retenciones y con libre disponibilidad del 100% de las divisas para enviar a la casa matriz (si tuvieran que venderlo en el mercado interno, el Estado les garantiza el precio como si lo hubieran exportado). Todo bajo jurisdicción de los tribunales de EEUU y Francia. Suena como un chiste de mal gusto que el decreto 1277 del 2011 que expropiaba las acciones, se denominase “Nuevo Régimen de Soberanía Hidrocarburífera”.
El actual acuerdo con REPSOL busca dar garantías a otros inversores, además de intentar normalizar la situación financiera, frente a los organismos de crédito internacionales en un momento de delicada situación por las consecuencias de la falta de dólares (cualquier parecido con el léxico noventista no es pura casualidad). 
La idea es que el “carnaval” no sea solo privativo de Chevron.

Dar la cara

Pero la “traición Cristina” comprimida en el tiempo va mucho más allá de la cuestión petrolera. Incluye las intenciones de pagarle al Club de Paris, reordenar las estadísticas nacionales de acuerdo las condiciones del FMI, una devaluación que favoreció a los exportadores y a los empresarios en general y el techo a los salarios, empezando por el de los docentes.
Ante esta situación, la última asamblea de Carta Abierta (los contornistas de hoy), pese a que lloró sobre la leche derramada de la devaluación y se pronunció en contra de la miseria que se les ofrece a la docencia (22%); plantó como bandera la necesidad de… un llamado a la “unidad nacional”. Y Alfredo Zaiat, calificó como “deuda buena” a la hipoteca con los saqueadores del REPSOL. 
La creatividad conceptual del progresismo contemporáneo para defender lo indefendible, es verdaderamente admirable. Al “ajuste con sensibilidad social” que había inventado Horacio Verbitsky semanas atrás, Zaiat el agrega la “deuda buena”.
Frente a esto, el silencio propuesto por el articulista de Presencia se vuelve casi digno y el llamado a “Dar la cara” de Viñas se transforma en un manifiesto de extrema izquierda. 


(Los datos fueron extraídos de dossier “Petroleó y política. De la nacionalización a Chevron”, publicado en la revista Ideas de Izquierda nro. 2 de agosto del 2013)

Comentarios

  1. Una expropiación, hasta que no venga el PTS a hacer la revolución de las revoluciones, implica la transferencia forzosa de un bien por más que el dueño no quiera desprenderse de lo que tiene, asegurandose siempre que se le pague una suma al expropiado, cosas del sistema en el que se vive.

    El tema es cuánto se le paga, cuánto quería pagar el que se queda con el bien y cuanto el otro querría cobrar ya que lo obligaron a desprenderse de lo que poseía.

    Según el artículo se le paga a Repsol algo similar al precio de mercado. Haciendo fe de esta afirmación nuestro pueblo vuelve a tener bajo responsabilidad política de quienes elija periodicamente a una empresa fundamental para el desarrollo local, a un precio no cuestionado y por más que quienes la tenían antes no querían largarla.






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  2. Fernando, estoy de acuerdo con tu análisis. El "realismo" de los representantes de una inexistente burguesía nacional sólo beneficia al capital internacional y a la ofensiva de las clases dominantes mientras el gobierno niega la existencia de la lucha de clases y trata de promover una im posible unidad nacional. Guillermo Almeyra

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  3. Tu articulo es un formidable alegato contra la distorsión comunicativa del que el gobierno-K se había vuelto especialista. Pulveriza el doble discurso mientras el ahora inexistente viento de cola que empujaba a la economía, permitía que fuera eficaz. El engaño queda expuesto de manera cruda, lasciva, vergonzosa. Nunca como antes podría ser mas justa la consigna obrera "que la crisis la paguen los capitalistas", tarea a cargo, claro, de los trabajadores cuya subjetividad esta cambiando. Los trabajadores están poco a poco pasando de su conciencia en las ilusiones reformistas al realismo revolucionario, por merito de la izquierda y las condiciones objetivas que va construyendo este oximoron "pedorrista" de la conciliación de clases. Tu síntesis es sencillamente justa, realista y genial. Probablemente hubiera sido justo relacionar esta denuncia exacta, objetiva, a la monstruosa judicializacion de los petroleros de Las Heras. Un abrazo

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  4. Gracias, por tu comentario Celeste, y queda más que relacionado con el reclamo de absolución de los petroleros de Las Heras, con tu contundente comentario. abrazo
    FR
    PD: aprovecho para agradecer los comentarios de pato con el que no coincido, y de Guillermo con el que, lógicamente, estoy de acuerdo.

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  5. El precio que se paga por las acciones expropiadas a Repsol no son las que esta empresa había exigido; era de 18 mil millones de dólares, cuando se va a pagar a bonos a largo plazo en 5 mil millones de dólares, que logró acordarse debido a un encuentro de Cristina con el mandatario mexicano que presionó a Pemex accionaria de Repsol para que acordara con Argentina y no impulsara a través de conocidas herramientas el decreimiento nacional frente a inversiones extranjeras. La sospecha de que cuando el Estado Argentino no pueda pagar correctamente los bonos a mediano y largo plazo se van a desvalorizar y vamos a tener que pagar el doble de lo acordado (menos de la mitad de lo que exigía la empresa) es la devacle que el PTS espera para poder denunciar su discurso económico acertado. Opiniones son opiniones, porque es solo eso. Por ahí el FIT debería detallar una alternativa NO entreguista frente a la situación actual y explicar económicamente cómo llevarla a cabo dentro del modo de producción capitalista, ya que con una representación política de (siendo generosa) un 6% de la población no puede saber ni cómo se manejaría frente a una situación de crisis institucional por la que tanto abogan para implantar su programa de independencia de clase, muy bien harían las respuestas y no simplemente las denuncias, mas típicas del PO que del PTS, pero bueno.
    Saludos.

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  6. Almendra: contesto brevemente.
    1) El valor de los diez mil (u once mil) surge de la suma de capital + intereses, como bien dice el artículo, si Repsol se quedara con los bonos hasta el final. La desvalorización la calculó el propio gobierno, por eso va a emitir bonos por mil adicionales, por si se desvalorizan, para que el cobro de Repsol no sea menor a 4700 millones más o menos y no mayor a cinco mil.
    2) Pero más allá de eso, con el saqueo petrolero que llevó adelante Repsol, debería "sentirse", de mínima más que indemnizada o de máxima, como dijo Kicillof debería indemnizar al país por sus fraudes y daños.
    3) La propuesta es simple, expropiación del 100% la producción, distribución etc, del petróleo y el gas, su estatización y puesta bajo administración de los trabajadores. Y eso ni siquiera es socialista, es una medida mínima de defensa nacional, como la que hizo Cárdenas.
    4) Esta propuesta como otras del FIT no están directamente relacionadas con los votos. Requieren de la movilización social y política de los trabajadores. Esa es la apuesta estratégica, para la cual los éxitos parlamentarios son tácticos.
    5) Claro, este horizonte comienza a cuestionar las bases del capitalismo (que ponés como un obstáculo insuperable), pero partiendo de las mínimas medidas. El resto es entrega, como esta que acaba de hacer el gobierno, y como la que hizo a Chevrón con concesiones vergonzosas.
    saludos
    FR

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