Peronismo y estalinismo "realmente existentes"
(De una conversa con Juan Dal Maso, donde como pasa habitualmente las ideas más importantes las aportó él, salió esta "respuesta" al Blog de Abel)
En uno de sus últimos post, el bloguero peronista Abel Fernández, reconoció que peronismo y estalinismo son algo así como primos hermanos. Si la confesión fue bajo los efectos de una traición del inconsciente o producto de un ataque de sinceridad brutal es una cuestión secundaria.
Para explicar a qué se refiere cuando habla de "peronismo realmente existente", lo compara con el "estalinismo con rostro humano", surgido bajo el comando de Leonid Brézhnev, un estalinismo lampedusiano del cambiar algo para que nada cambie.
Digamos que el género próximo es que ambos son aparatos de contención y prevención del peligro de rebeliones o de potenciales revoluciones y por ende los unifica un cierto espíritu policial y de control burocrático y conservador.
Hasta ahí la comparación puede se válida, pero no hasta donde la lleva Abel F. que incluye una maquiavélica (en el buen sentido del término) realpolitik que ambos compartirían y que Brézhnev aplicó en su momento y el "peronismo realmente existente" aplicaría hoy.
Porque la diferencia es que la URSS era una gran potencia con poder real para una realpolitik que era más compleja, en cambio el peronismo (siempre siguiendo la comparación desproporcionada que introduce Abel F.) hoy es un aparato que terminó convertido en administrador de la pobreza (generada). Porque incluso las bases que le daban fuerza al primer peronismo: el gigante invertebrado y la cercanía de las conquistas sociales; el lado malo del William Wilson peronista, es decir el menemismo, se encargó de liquidarlas. Puede decirse que el "poder de fuego" del peronismo realmente existente está basado más en el control policial que en una hegemonía fuerte, perdida allá lejos y hace tiempo.
Brézhnev era defensivo pero conservaba una fuerza distinta, usufructuando todavía en aquel tiempo el impresionante desarrollo que el cambio de las relaciones sociales habían permitido en la URSS, pese a la anarquía burocrática.
En cambio los gobernas, intendentes y demás están en una posición muchísimo más débil, sino ¿por qué no impusieron antes su famoso realismo político y dependieron durante toda esta década de NK y CFK?
Brézhnev no necesitaba de Fidel, más bien les molestaba sobremanera a los rusos que otros locos (barbudos o no) andaran haciendo revoluciones inesperadas e impuestas, cuando “las condiciones objetivas no estaban dadas” y además violaban la “gran estrategia” del socialismo en una sola región, que tanto buenos servicios brindaba a la burocracia del Kremlin y sus satélites. Aunque una vez hecha la macana, vieran como usarlos e incluirlos en su órbita, con la siempre buena predisposición de los "estalinistas nacionales", que a lo sumo tenían diferencias culturales con su “madre patria”, pero no de programa o estrategia. Dicho epigramáticamente, ni los precisaban, ni los deseaban, aunque después los utilizaban.
En cambio el estalino-peronismo realmente existente, los feudales, mazorqueros y culatas actuales, no deseaban a los kirchneristas ni mucho menos, pero los precisaban, o mejor dicho, precisaron de sus transformismo (o transfuguismo) centroizquiedista para salir de la hecatombe del 2001 y ahora se la vienen a dar de capos de la realpolitik.
Lo interesante que es que el “poder real” del peronismo realmente existente, ni en sus bases materiales, ni como movimiento político está unificado. Tiene una fuerza relativa para empezar a marcarle la cancha y hasta la agenda al kirchnerismo, pero todavía no la suficiente para afirmar que puede garantizar la famosa continuidad con cambios.
Conclusión: no solo no se sabe donde está la Unión Soviética, sino tampoco quién hará de Brézhnev o por lo menos de Gorvachov.
Conclusión: no solo no se sabe donde está la Unión Soviética, sino tampoco quién hará de Brézhnev o por lo menos de Gorvachov.
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