El kirchnerismo y la escisión con los trabajadores
Columna de opinión publicada en diario Alfil el 21/12/12
Fernando Rosso
El “cristinismo” cierra el 2012 con una pérdida significativa de su hegemonía política. Las movilizaciones de las clases medias y medias altas del 13S, que volvieron a salir a la calle el 8N evidenciaban la ruptura de estos estratos sociales.
Pero la sorpresa para el gobierno la dieron los trabajadores en el paro general del 20N. No se paralizaron las actividades sólo en los sindicatos que responden a las centrales opositoras de Hugo Moyano y Pablo Micheli, sino también en varios gremios de la CGT y la CTA oficialistas. La demanda contra el impuesto al salario y por el aumento y generalización de las asignaciones familiares cruzan “transversalmente” a todo el movimiento obrero. La inflación, negada por los dibujos de Guillermo Moreno en el INDEC, es una cruda realidad en la vida cotidiana de los trabajadores. Un espíritu de escisión manifiesta el principio del fin del “romance” de una parte de aquellos a quienes el gobierno consideraba su base social por excelencia.
Engolosinado con el imponente 54% que obtuvo apenas hace un poco más de un año, el cristinismo cometió lo que será recordado, quizá, como su principal error estratégico: la ruptura abierta con Moyano.
El camionero fue un aliado que acompañó fielmente al “proyecto” en su etapa de ascenso y fue marginado de la coalición kirchnerista cuando más necesario era para contener el descontento en la etapa de crisis y declive del “modelo”.
La estrategia de atomización del movimiento sindical (existe una inédita división en cinco centrales), tiene un efecto colateral: la emergencia desde la base, en las comisiones internas y cuerpos de delegados de un sindicalismo combativo.
Este es el proceso más profundo que recorre la vida política nacional y demarca los campos de las disputas por venir, el retorno de un enfrentamiento de la clase obrera con un gobierno peronista.
Las “guerras” contra Clarín o contra la “corporación” judicial son maniobras efectistas y pueden contentar al progresismo que todavía confía en el gobierno. Pero en el terreno social, las últimas medidas de los “nacionales y populares” se chocaron de frente con las aspiraciones del movimiento obrero: una ley de Riesgos de Trabajo “a la medida de la UIA”, el sostenimiento de un impuesto a las ganancias aplicado al salario de más de 2 millones de asalariados y un tope para las asignaciones familiares (además de los altos índices de trabajo en negro y precarización laboral).El parámetro de medida de los trabajadores no se basa en el estudio hermenéutico de las complejidades del “relato”, sino en las posibilidades de mejora (o no) de sus condiciones vitales de existencia. Y el discurso del gobierno se desliza, como afirmó el sociólogo Juan Carlos Torre con respecto a la frustrada experiencia frondizista, “hacia una peligrosa libertad de toda consonancia”.
La interpretación del discurso tiene su importancia, en este caso porque su sentido es rodear de épica la mentira y el enga;o. Mientras no se descubre esto y sos peronista, escuchas embobado lo que crees la resurrección de la justicia social. Pero como dices tu, la unidad principal para medir al gobierno es como me va en relación a mis necesidades y aspiraciones en concordancia con la clase social a que pertenezco. El articulo es sumamente clarificante para interpretar la realidad actual y comparto plenamente todos los términos. Simplemente quería resaltar la importancia de captar que la realidad esta provocando interferencias permanentes con el discurso. Es genial lo del efecto colateral de abandonar un aliado importante y atomizar el movimiento en varias centrales. La justeza de este concepto me parece clave para comprender el surgimiento de expresiones nuevas en la oposición de izquierda.
ResponderEliminar¨el abandono del aliado y la atomizacion de movimiento en varias centrales ha abierto la posibilidad del surgimiento de nuevas expresiones en la oposición de izquierda¨- para coincidir plenamente con tero
ResponderEliminarademas de lo anterior, el hecho importante me parece que radica en la brecha que abrió el kirchnerismo al darle salida a moyano y tambien en la toma de posición llevada a cabo por la oposición de izquierda quien actúa en consonancia con la experiencia dejada por el 2001, al absorber como elemento a tener en cuanta el resultado de la desviación de las movilizaciones y el empuje de aquel momento, lo que redundó en la ¨ restauración ¨de la autoridad del estado cuando este se encontraba colapsando.la participación de la oposición de izquierda en las movilizaciones recientes implica una mayor exposición y , a su vez, una búsqueda orientada a alcanzar la vanguardia del llamado a la resistencia en contra del gobierno
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