Elecciones en Córdoba: DENTRO DE UN AMPLIO CONSERVADURISMO, EL FRENTE DE IZQUIERDA FUE CUARTA FUERZA



(Reposteamos artículo de La Verdad Obrera N° 439 sobre las elecciones en Córdoba)

El triunfo de De la Sota reafirma una tendencia que se expresó en casi todas las elecciones que hubo hasta ahora: un voto conservador, basado en cierta la estabilidad económica (crecientemente cuestionada por la crisis internacional), que le dio el triunfo a los oficialismos.
La clave de la elección de De la Sota estuvo en el interior sojero, donde se vive el “esplendor” de los altos precios de la soja, a pesar del discurso K de la lucha contra la “oligarquía sojera”. Allí obtuvo una diferencia gigantesca de casi 230 mil votos. En Córdoba capital, bastión del juecismo desde las elecciones de 2003, también recuperó apoyo el PJ pasando de perder por una diferencia de 24% en 2007 a perder por poco más de 4 puntos. Aquí el triunfo estuvo basado en el “boom” automotriz que (todavía) continúa, apoyado en las ventas a Brasil y los subsidios estatales, tanto provinciales como nacionales. El gasto en obra pública, con construcciones “que le cambian la cara a la ciudad”, pero no solucionan ninguno de los problemas estructurales como la vivienda, también jugó un rol para cautivar a la clase media.
La “arquitectura” para sostener el conservadurismo está basada en la burocracia sindical conteniendo las luchas salariales, sembrando el miedo y alentando el conformismo de “es lo que hay”, más el aparato clientelar del PJ y una oposición que le copia la agenda, todo en el marco del crecimiento económico (puesto en duda, con los nuevos episodios de la crisis mundial); fueron la clave del triunfo de De la Sota. En este marco, el “Gallego” hizo una campaña “pro”, “contra nadie”. Como Macri, practicó cierto ocultamiento de sus aspectos más derechistas y apuntó a los sectores que son parte del crecimiento: el campo y la industria automotriz. Una parte esencial del caudal de votos fue la alta imagen del gobierno saliente de Schiaretti que De la Sota logró atraer y unificó bajo el eslogan “el cambio que sigue”.

Juez y los radicales, los derrotados

El gran derrotado de esta elección fue Juez. Este mercenario que quiso posar de centroizquierdista, pero es tan sojero y pro-empresario como De la Sota, quedó segundo lejos. En su intento de parecer moderado y confiable ante los ojos de los empresarios terminó haciendo una campaña anodina e intrascendente. Los ex-izquierdistas del MST, que quisieron subirse al carro oportunista del juecismo y no se privaron ni del “vedetismo” político, fueron otros patéticos derrotados.
La mala elección del “Milico” Aguad, muestra en parte los límites por derecha de la situación, ya que (con el mismo asesor que Macri), pretendió también hacer una campaña “pro”, pero con la impronta más derechista por la “seguridad”, “cortar la cadena del delito”, además de su propia fama de amigo de los genocidas. El radicalismo terminó obteniendo prácticamente los mismos votos que en el año 2007.

El “cordobesismo” a la ofensiva.

En la noche del domingo De la Sota declaró eufórico que nacía un movimiento, el “cordobesismo”, en una clara diferenciación del kirchnerismo. Este triunfo apabullante del Gallego amenaza tener consecuencias políticas nacionales. De la Sota y el peronismo cordobés acaban de dar “libertad de voto” a sus electores, llamando a elegir entre los distintos candidatos del peronismo: Cristina, Duhalde y Rodríguez Saa, ubicándose de esta forma en una posición claramente distante del gobierno nacional. Esto significa una derrota para un sector de los kirchneristas cordobeses que venían intentando mostrar a De la Sota como parte del “modelo nacional” y arrastrándose para pedir su apoyo a Cristina.

Gran campaña y elección del Frente de Izquierda

Luego de una intensa campaña militante, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, hizo una gran elección, ubicándose como cuarta fuerza en la elección provincial y llegando al 5,5% de los votos, en la categoría de legislador en la Capital. Esta campaña hecha a pulmón contrastó claramente con la de los partidos patronales que gastaron millones de pesos en sus campañas.
Se logró mantener la banca que hasta ahora ocupaba Liliana Olivero y que ahora, al igual que en Neuquén, será compartida por las tres fuerzas que integramos el Frente: los dos primeros años para Liliana Olivero, un año por Cintia Frencia (PO) y un año por nuestra compañera Laura Vilches, joven delegada docente.
Seguramente entre los votantes estuvieron los jóvenes estudiantes que protagonizaron la gran lucha estudiantil del año pasado, la vanguardia de docentes y estatales que permanentemente pelean por la salud y la educación, así como también franjas de trabajadores de la industria, que reconocieron en nuestro compañero Hernán “Bocha” Puddu a un luchador que defendió coherentemente a los trabajadores (en barrios como Santa Isabel o Ferreyra, el Frente obtuvo votaciones por arriba del 4%).
Frente a la perspectiva de los golpes que puedan venir por la crisis internacional o los ataques de un gobierno que se sentirá fuerte por los votos obtenidos para lanzar ataques sobre los trabajadores y el pueblo, nuestra pelea, ahora como parte de la banca del FIT, será utilizar esta posición conquistada para continuar aportando a la organización y movilización independiente de los trabajadores y la juventud.
El próximo domingo daremos la pelea contra la proscripción votando la fórmula de Altamira-Castillo a Presidente y Vice, a la lista de Diputados Nacionales que encabeza nuestro compañero Hernán Puddu.

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